martes, mayo 02, 2006

Rojos no gracias.

He tenido que adelantar mi proyecto de continuar el blog para publicar una referencia que he pensado que es interesante. Os basta con saber que la fuente es PIJAMA-RAMA.
Se lo quiero dedicar a los grupos comunistas de badajoz. Y que coño a bikker17 tambien. Pa que aprenda a comentar con su nick coño.

Un mal que ataca a la población es el llamado “SÍNDROME DE LA FALSA CULTURA” (o “Mal de Ramoncín”), consistente en utilizar frases o expresiones con intención de sonar Irrebatible Magna Cum Laude, sin tener claro por completo QUÉ DIABLOS SIGNIFICAN, o si vienen realmente a cuento.

Es uno de sus síntomas el uso indiscriminado de la acepción “facha” o “fascista”, que en su origen y marco histórico era una ideología basada en el deseo de un Estado de Gobierno totalitario y contrario al parlamentarismo, mas que en la actualidad se ha desgastado, y no pasa de ser un insulto de gravedad equiparable a “cretino” o “hijo de puta”, potenciado por el uso del complemento despectivo “de mierda” (esto me hace sospechar que algunos conocen varios grados de “fascismo”, siendo más grave un “facha de mierda” que uno a secas).

Actualmente, un facha es alguien que:

A.- No opina como tú.
B.- Llama “español” al castellano.
C.- Lleva una bandera de España.
D.- Hace referencia a las víctimas de ambos bandos en una guerra, en lugar de centrarse en las del bando “maligno”.
E.- Critica a un partido que no es de derechas.
F.- Se niega a seguir participando en una discusión “Sí” “No” “Que sí” “Que no” “¡Que sí!” “¡Que no!”
G.- Opina que hay mejores formas de formular quejas que pintar en las paredes, y no se ríe con El Jueves.
H.- Pone en tela de juicio algo políticamente correcto. Algo políticamente correcto es mayormente respetar la demagogia, o sea, no salirte de lo que está bien visto por la sociedad. Si te autodefines como “políticamente incorrecto” y te dedicas a insultar a Aznar y Rajoy, malas noticias: más correcto es imposible.

Independientemente de su ideología política real. Y ahora veamos, en líneas generales, las bases del fascismo:

A.- Instauración de un partido único.
B.- Oposición a democracia y parlamentarismo (o sea, si no votas a la izquierda no hay más que hablar, eres un facha “de mierda”)
C.- Rechazo a la creencia de progreso y pacifismo (mira qué facha de mierda… eh tú, facha de mierda, qué coño miras? ¿quieres movida?)
D.- Desprecio por los derechos individuales (o piensas lo que nosotros o eres un facha “de mierda” y mereces vituperio y apedreo)
E.- Exaltación del Estado como Suprema Entidad Histórica (viva la República!)
F.- Totalitarismo intelectual potenciador y sustentador de la creencia en la eterna posesión de la verdad (criticar a la izquierda es, incuestionablemente, fascismo; sólo la derecha hace mal las cosas)
G.- Movilización de la juventud como propaganda (Fiesta del PCE!!! Con la actuación de todos esos grupos y cantantes que tanto molan!!! Copas a un euro!!! Parches de la hoz y el martillo, pins republicanos, camisetas del Che!!! Si no vienes, serás facha!!!)
H.- Comportamiento agresivo (puto facha DE MIERDA, te voy a partir la cara!!!!) y victimista (ah, la puta poli, fachas “de mierda”, siempre vienen a por nosotros sólo porque disfrutan abusando de su autoridad, prohiben el botellón sólo por jodernos, nos ahogan con su represión!!!! Aaaah, me llevas la contraria porque eres un facha “de mierda”!!!)

Una de las más importantes características del fascismo fue la gran existencia de contradicciones (“no soporto la intolerancia”) producidas por superponer tendencias durante el origen del movimiento (por ejemplo, todo lo que no sea el Partido Popular en España), así como un mal disimulado oportunismo (“ahora que sabéis que la derecha es mala, en lugar de votar a un moderado, votadnos a nosotros…” “no, a nosotros!” “no les hagáis caso, tienen buena intención, pero a quien tenéis que votar es a nosotros”…) fueron más abundantes que el seguimiento de una línea ideológica preestablecida (no olvidemos que una oposición es algo más que simplemente contradecir todas las afirmaciones del rival…)

A estas alturas es posible que penséis que soy un facha “de mierda”. No me preocupa, desde el momento en que asumo mi pasado como oficial militar de Estados Unidos, me estoy enterrando yo mismo a ojos de la opinión pública. No me preocupa, me lo han llamado por decir “Orense” en lugar de “Ourense”. Me lo han llamado por llevar una camisa marca LONSDALE. Me lo han llamado, en lugar de “gilipollas”. Y apuesto a que no sabían de izquierda o derecha más que la distinción que hizo Coco en Barrio Sésamo.

Pues bien, palíndromos cerebrales, por mucho que os duela: ya sea derecho o izquierdo, no hay extremismo correcto. Ambos son intolerantes, radicales y rechazan el diálogo. Ambos destruyen. Ambos juran que el otro es “el malo” (un “facha” o un “rojo”, pero siempre “de mierda”). Ambos desean una paz ficticia. Y una falsa libertad.

Ejemplo para aquellos seres particularmente tontos: Pensad en el PACMAN: ¿Qué pasaba si el muñequito iba demasiado hacia un extremo de la pantalla? Que salía por el otro lado. Cada vez que decís “facha”, estáis más cerca de ellos.

¡Romped filas!