martes, septiembre 10, 2019



                               QUE ES QUERERTE DE VERDAD

Puede que hayas oído que para alcanzar el verdadero éxito y la felicidad en la vida, que van de la mano, sólo tienes que quererte salvajemente. Y que si te quieres lo suficiente conseguirás todo lo que te propongas en la vida.  Y es verdad yo lo lo digo muchas veces, pero mucha gente no entiende el mensaje.

Se creen que quererte es mirarte al espejo y se repetir cosas bonitas. O darse besos en los brazos. O recitar autoafirmaciones positivas hasta perder el juicio. O visualizar constantemente las cosas que desean. Incluso darse caprichos. Y en los peores casos piensan que es ser duros o tratar mal a todo el que discrepe con ellos o no les digan lo que quieren oir, hasta que impongan su opiñion.

Y la verdad es que alguna de estas cosas puede ser, pero no es quererte. ¿Por qué?

Porque quererte es mucho más. Es mucho más que todo eso. Quererte es dejar de soñar que avanzas y empezar a avanzar hacia tu sueño. Es no proponerte nada que no sea específico o no dependa de ti.  Quererte es no juzgarte jamás por algo que no has elegido. Ni permitir que te haga sentir bien o mal. Es ir reemplazando todos tus sueños por metas.  

¿Te quieres? Pues no esperes a que nadie te elija. En lugar de ello, sé el elegido que se elige a sí mismo. A fin de cuentas, quererte es creer en tu capacidad cuando nadie más lo hace. Es apostar por ti cuando el mundo te da por muerto.

Y concebirte como un producto capaz de revolucionar el mundo y preguntarte qué puede ofrecer dicho producto que ningún otro puede.

Y cultivar esa diferencia.

Cuando te quieres sabes que has plantado una semilla donde los demás sólo ven tierra revuelta. Y cuidar y regar y abonar esa semilla como si hubieras perdido el juicio.

Quererte es tratarte como un exclusivo artículo de lujo. Desde su creación hasta el empaquetamiento y la presentación. Además, quererte significa tomarte muy en serio tu propia opinión y más que ninguna otra. Sobre todo, cuando es una opinión sobre ti. ¿Tienes un camino? Pues quiérete haciéndolo un poco más agradable y estimulante cada día. Si aún no lo tienes, quererte es crearlo. 

Porque para quererte es vivir por algo que te estimula a ti. No a tu familia, tu pareja, amigos o el vecino. ¿Cuánto tiempo pasas al día trabajando, criticando o hablando de lo malos que son los demas?

Por eso, quererte es trabajar en lo que te gusta. Si no puedes, en un camino que te lleve a ello. Vale, vas a fracasar. Pero quererte estambién reconciliarte con el fracaso. Y dejar de llamarlo fracaso y empezar a usar su nombre real: maestro.

Quererte es reconocer aquello que te importa de verdad y centrarte en ello. Y empezar a descuidar aquello que sólo te distrae.

Cuando te quieres, empiezas a cultivar un orgullo que se alimenta de lo que haces, de lo que creas. Y vas abandonando ese ego que se basa en lo que tienes, en lo que otros piensan o en lo que el mundo te da.  De hecho, quererte es tener valores y vivir de acuerdo a ellos, porque un día podría ser todo lo que te quede. Cuando te quieres de verdad nadie puede manipularte. Porque pierdes el ego infantil, y desaparece el locus de control externo.


Por eso, al quererte cultivas un poder que nadie puede quitarte. Si algo o alguien más allá de ti puede arrebatártelo, desconfía: eso es que no te estás queriendo bien. Quererte es gustarte a muerte. En todo lo que haces. No como muchos atrapados que no se gustan, pero fingen que si por ego, por no cambiar, o no esforzarse, mientras critican a quien quiera que no este en su onda. Quererte no es juntarte solo con quien te de la razon mientras no te esfuerzas en ti mismo para sentirte mejor. Es justo lo contrario.

Quererte es tambien cuidar a quien cuida de ti. Empezando por ti. ¿Te quieres? Pues empieza a mover el culo. Y deja que ese movimiento te lleve lejos. Porque quererte es no acostarte nunca sin haber intentado algo grande. Es haber trabajado en tu sueño antes de que te entre el sueño.

Y, sin depender de los hits ni de los pelotazos, ni de la opñion de los demas, es trata de dar un paso firme cada día. En el buen sentido, ¿vale? Y siempre dejando tu entorno y a los que habitan en él mejor de lo que estaban. Porque no puedes quererte y a la vez no querer todo lo que te rodea. Por eso, quererte es contaminar de amor todo aquello que tocas. Quererte es portarte bien con los demás, aunque no se lo merezcan, porque no lo haces por ellos, lo haces por ti. Por ser tu la clase de persona que se porta bien con los demás, alguien de quien tu te sientas orgulloso. 

Pero quererte es tambien entender que los demas pueden equivocarse, y saber perdonar. Sobre todo si estan mal o atrapados en la critica y el estancamiento. Quererte es ser libre de rencor, de odio, de celos, de venganzas, porque no dependes de los demas para ser quien tu te mereces ser para ti mismo. Cuando te quieres de verdad, la unica venganza es enseñar a esos que te han hecho daño a mejorar. Porque entiendes que esa es la unica razon por la que se hace daño y se critica.
Y, por favor, aprovecha el tiempo.

Quererte es entender que el día tiene 24 joyas y vender cara cada una. Pero sin estrés. Porque quererte no es correr. Es caminar. Con paso fuerte, pero caminar. Si tienes que perder el culo para ir a donde vas, eso es que algo estás haciendo mal. Quererte es proteger tu tiempo en un bunker, sin dejar que las distracciones y mentiras lo malgasten, y enfocarlo como un láser hacia tus objetivos.

En suma, quererte es planear tu autoestima como lo haría un estratega.  Y cultivar cada día el arte de quererte. O sea, quererte también es estudiar la forma de divertirte queriéndote, de hacer el proceso divertido.

Y por último…Quererte es tener claro que vas a triunfar
o a morir intentándolo.